El 26 de junio de 2013, José Antonio Griñán hizo pública su intención de no presentarse a las elecciones andaluzas de 2016 confirmando, al mismo tiempo, su intención de seguir como presidente de Andalucía durante los 3 próximos años.
Este anuncio lo hacía entonando frases que a muchos de nosotros nos suenan francamente bien:
J. A. Griñan: "Para los tiempos nuevos no sirven las viejas recetas por mucho éxito que hayan tenido en el pasado”
Andalucía es una de las comunidades autónomas donde el PSOE muestra un cierto incremento, en intención de voto, respecto de las últimas elecciones autonómicas. Sin embargo, su actual presidente, el socialista Pepe Griñán, de 67 años de edad, da un paso atrás para dejar paso a la renovación, regalando 3 años al Partido Socialista de Andalucía para que arme un proyecto sólido, de garantías y en consonancia con lo que los ciudadanos esperamos de la política en estos momentos.
Hasta aquí suena muy bien: renovación, modernización, agenda, planificación, nuevas formas de hacer las cosas, etc. Todo esto forma parte de esos cambios que una buena parte de la sociedad pide a gritos a los partidos políticos. Cambios que se piden desde dentro y desde fuera de los partidos políticos. Sí, también desde dentro, hay varias plataformas, integradas por militantes y simpatizantes del PSOE, que apuestan por afrontar estas reformas.
No todos los partidos políticos son iguales y un ejemplo claro es que cuando se habla de primarias en España, es decir que los militantes de un partido político elijan a sus candidatos, estamos hablando del PSOE.
Sin embargo, Andalucía, con más de 87.000 KM2, y con una población de más de 8,5 millones de habitantes, es una región más grande que muchos países europeos y en las que, sin el censo de los militantes del PSOE andaluz, es prácticamente imposible encontrar a los poco más de 40.000 militantes socialistas para solicitarles su aval y pasar de precandidato a candidato.
Cada precandidato necesitaba conseguir el aval de, al menos, el 15% de los militantes que el PSOE tiene en Andalucía, 6860 firmas manuscritas ya que el PSOE-A se negó a aceptar los avales enviados a través de Internet, a pesar de ser mucho más segura su autenticación, tal y como solicitaba uno de los candidatos, José Antonio Rodriguez Salas (Alcalde de Jun).
El 15% es la cifra máxima de avales que se le puede pedir a un precandidato para que pase a ser candidato, por este motivo Luis Planas solicitó que está cifra se redujera al 10%.
Con estas condiciones, conseguir estos avales sólo es posible si se cuenta con un amplio apoyo de la estructura orgánica del partido, situación que ponía en clara ventaja a la candidata oficialista, Susana Díaz.
Tan difícil era conseguir estos avales, que finalmente sólo Susana Díaz ha conseguido reunir dichos avales y al ser la única candidata, los militantes del PSOE-A no tendrán la oportunidad de elegir con su voto al próximo candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, pareciendo este proceso más una sucesión que una elección democrática.
A pesar de todos estos obstáculos, José Antonio Rodríguez Salas (Alcalde de Jun) se ha quedado, tan solo, a 196 avales de los exigidos. Algo que sin duda es una gesta por la que puede sentirse orgulloso.
El alcalde de Jun ha conseguido todos estos avales gracias a su fuerte presencia en redes sociales, es el segundo político español con más seguidores en twitter y también porque su forma entender la política se basa fundamentalmente en una estrecha y continua relación entre los ciudadanos y las administración, en este caso el ayuntamiento de Jun, haciendo para ello un uso intensivo de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación).
Un modelo de gestión que acerca la política a la sociedad del siglo XXI y que sin duda y como dijo Griñán, los nuevos tiempos requieren nuevas formas de hacer las cosas.
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